Se planean los rondines según los requisitos de seguridad de la propiedad. Se decide qué debe vigilar los guardias y se determina qué incidentes u observaciones se debe registrar. Se instala en cada punto de control un lector de rondín.

El guardia tiene un horario y código de identificación predeterminado, que tiene que registrar en cada punto de control establecido. Si el vigilador no cumple con la ventana de tiempo para hacer el recorrido queda registrado en un informe diario que genera el control de rondas. Una vez finalizado el rondín, el guardia registra los incidentes y las observaciones si las hubiere de cada localización.

El soft del control de software procesa la información compilada y produce una variedad de informes. Tales informes incluyen control de horarios, información detallada por punto de control o secuencia de recorrido.